martes, 25 de marzo de 2008

Introducción


La vida en la tierra es de una gran diversidad, los seres vivos se han adaptado al medio que esta les proporciona a través de un largo proceso de evolución motivado por los cambios en las condiciones de este; además, entre estos seres se presentan relaciones motivadas por las necesidades de supervivencia como son alimento, refugio, territorio.


Las situaciones planteadas por individuos de la misma especie van desde la búsqueda de alimento, pareja o territorio; generándose conflictos debido a la competencia y al predominio de los más aptos y fuertes.


En la especie Homo sapiens sapiens esta competencia ha sido orientada a la búsqueda del éxito dentro de unas normas sociales aceptadas según las diferentes culturas existentes y es a través del proceso de crecimiento de los individuos en su tiempo vital en los aspectos físico, espiritual sicológico y biológico que se van evidenciando estas normas al ubicarse dentro del grupo social.


El reconocimiento del individuo en derechos y deberes para consigo mismo y la sociedad presenta en determinadas circunstancias conflictos dado el diferente grado de desarrollo de las habilidades sociales según las etapas del individuo (infancia, adolescencia, juventud, madurez), cada una de las cuales presenta un reto de cada día para cada persona.


Entre las etapas mencionadas la adolescencia supone un punto intermedio entre lo que se debe ser acorde a la formación de la familia y la sociedad y lo que seré dadas las experiencias que se adquieren en el proceso; dándose el conflicto entre el quiero y el debo.


Durante la infancia la familia es todo para el niño, pero en la adolescencia los amigos se convierten en algo más llamativo y novedoso en otra forma de ver el mundo y aproximarse a un futuro como adulto.

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